lunes, 9 de julio de 2007

¿CUANDO SE JODIO LIMA?, por Alberto Mosquera Moquillaza

Amigos: En México, su tierra natal, acaba de fallecer Antonio Aguilar, uno de los grandes del cine y la canción mexicana. Su desaparición enluta a ese pueblo hermano, del cual fue uno de sus hijos predilectos, al lado de Pedro Infante, Jorge Negrete, Miguel Aceves Mejía, Flor Silvestre . esposa de Antonio- José Alfredo Jimenez, Rosita y Elvira Quintana, entre otros exponentes de la época de oro del cine azteca. Para los amantes actuales de la canción o del cine mexicano, el nombre de Antonio - o de Tony - como popularmente se le conocía, no tiene mayor significado, pero para quienes desde el cuartel primero de la vieja Lima fuimos sus seguidores, la figura del malogrado artista formó y seguirá formando parte de nuestro imaginario. Eran los tiempos de los pantalones cortos, de la vigencia plena de los cines Astral, en el jirón Ica; Iris y Columbia, en lo que fue el jirón Arequipa - hoy Emancipación- , por donde vivía el bardo Rafael Matallana; y Colonial, a dos cuadras de la Plaza 2 de Mayo, en la avenida del mismo nombre. El cine La Mutua, en el jirón Huancavelica - por ahí reside el bolerista Pedrito Otiniano - había desaparecido, y si uno se aventuraba más allá de la avenida Tacna, en el Jirón Rufino Torrico, al lado del celebérrimo bar La Gruta, estaba el Cine Alfa. Esas salas ya no existen, la pica de la modernidad se las ha llevado de encuentro. Si la memoria no me es
infiel, en esos cines, a excepción del Alfa, reinó Tony Aguilar, al igual que las luminarias arriba mencionadas. Las matinés eran de balazos, botellazos, carcajadas limpias, o de romances virginales, donde los charros eran las estrellas, y sus canciones el pan de cada día: campeaba el currucucú paloma. Pero también nos quebraban el alma las historias del cine urbano, aunque la risa volvía a enseñorearse con Resortes, Clavillazo, Tin Tan o el genial
Cantinflas. Las exhibiciones del cine vespertino o nocturno estaban hechas para los mayores de 21 años. Arturo de Córdova o Pedro Armendariz eran los galanes de moda, cuando no Jorge Mistral. Y en esas películas también se cantaba, se bailaba y se tomaba. Tríos como Los Panchos o los Tres Diamantes, o célebres bailarinas como Tongolele o Amalia Aguilar, deben su fama a esa época de oro.
Corrían los años 50 y Lima, y Lima, en verdad, era una aldea. La radio era el medio de comunicación por excelencia, y todo se paralizaba cuando llegaba la hora de escuchar El derecho de nacer, una radionovela de origen cubano que puso de vuelta y media a la feligresía de entonces. A tanto llegó la cosa que los "malos" de la novela, representados por actores locales eran abucheados por las
calles limeñas. No faltaba más, cómo podían ser tan malvados con Albertito Limonta. Al referirse a esos años, mi abuela, una matrona tarapaqueña, solía decir que en esos tiempos los perros todavía se amarraban con salchicha. Parafraseando una vez más a Mario Vargas Llosa, y aunque resulte trillado, bien vale la pena preguntarnos: ¿Cuándo se jodió Lima? La respuesta la
tienen ustedes. Mientras tanto siga usted cantando Tony, siga haciéndonos recordar las matinés de nuestros años mozos, de repente nos animamos a despacharnos unos corridos, de esos que nos deslumbraron en la Lima que se fue.

Desde Puente Piedra,
PARA TODOS LOS GUADALUPANOS

Si el Ministro de Educación, todo el Poder Ejecutivo y el Parlamento; tuvieran un claro sentimiento patriótico, entenderían porqué GUADALUPE ES ANTORCHA DE PERUANIDAD, entenderían que la Patria se construye fomentando y practicando valores, entenderían que la grandeza del Perú se labra más que con riquezas materiales, con la riqueza espiritual de su juventud y su pueblo, entenderían que el sacrificio por la Patria, en el crisol del heroísmo, es lección eterna e inmarcesible, cuyo olvido es un pecado mortal que no perdonan los ángeles de la justicia histórica, entenderían que SER ANTORCHA DE PERUANIDAD no es un título honorífico y protocolario, sino la plasmación sacrosanta, en más de un siglo de existencia, de los supremos ideales de la NACION PERUANA, con una diáfana y pura vocación de servicio irrevocable.

GUADALUPE, señores gobernantes, es el faro que señaló, por más de una centuria, cual es el verdadero norte de la educación nacional.

GUADALUPE,señores gobernantes, con todo el abandono y la incuria de que es víctima, palpita en el corazón del pueblo peruano, porque el pueblo no olvida, ni olvidará jamás que los guadalupanos entregaron su juventud y su vida por defender la dignidad y el honor de la Patria.

Nadie puede olvidar, salvo los ignorantes de la historia del Perú, el sacrificio del niño Manuel Fernando Bonilla y miles de guadalupanos en la batalla de Miraflores, el heroico sacrificio del niño Julio Escobar en la batalla de San Juan, la espartana actitud del coronel Leoncio Prado en la batalla de Huamachuco, la prístina y patriótica conducta de Cesareo Chacaltana en la defensa de Tacna y Arica, la hazaña de Diego Ferré, Enrique Palacios,Melitó nCarvajal y Carlos de los Heros en el legendario Huáscar, la indomable decisión de José Galvez en la torre de La Merced durante el combate del Dos de Mayo de 1866, el invalorable aporte de Santiago Antúnez de Mayolo en la portentosa obra de la central hidroeléctrica del Mantaro, el profundo amor de Julio César Tello, arqueólogo mundial, por descubrir las culturas milenarias del Perú, la fiebre peruanista de Federico Kauffman Doig y Mario Samamé Boggio, el sacrificio del martir de la medicina peruana Daniel Alcides Carrión, el renombre en la pintura de Daniel Hernández, la vocación histórica de Jorge Basadre, el verbo poético de Enrique López Albújar y José Gálvez Barrenechea, la música inmortal de Felipe Pinglo Alva, la pluma cautivante de Abraham Valdelomar, los aportes científicos de Carlos Monge y Federico Villarreal,el arrojo de José Abelardo Quiñones, en la guerra con el Ecuador. Todos son glorias del Perú de siempre. Todos fueron los muchachos que, de los distintosrincones del país, sentían el ferviente deseo de estudiar en Guadalupe. En Guadalupe donde hermanaron y comprendieron que el destino del Perú era buscar el camino de la unidad y no de la separación, ni el odio.

GUADALUPE, señores gobernantes, renacerá de sus cenizas como el ave fenix, porque su vida,su grandeza y su orguillo está en la mística y la hermandad de miles y miles de guadalupanos que en el Perú y en el mundo entero dejarán hasta la última gota de su sangre porque GUADALUPE siga siendo el timonel de la Educación Nacional para beneficio de la Patria y de todos los peruanos.

GERMAN LIZARZABURU GUTIERREZ. G52